Domingo 20 de noviembre.
Por supuesto, hay y conozco a un buen número de gente que aquí está practicando el teatro como arte. Pero tenemos tan poca visibilidad, es cansino a veces. Últimamente, compro casi a diario Le Monde y eso porque un día de septiembre, al pasar al lado de un quiosco, ví en primera página una noticia… teatral. ¡caramba! Pensé. Es el único diario entre los que conozco que no son todos pero sí algunos que estima que una noticia teatral, una crítica de teatro, pueda tener rango de noticia de portada. Sin duda, ese periódico también es el único que conozco que dedica con regularidad páginas enteras a espectáculos teatrales con críticas bien hechas, esto es, bien escritas, por gente que ama el teatro, que gusta de él y que sabe lo que es. En la prensa española, sólo he leido críticas taurinas que tengan esa calidad. Pero ellas también hoy han desaparecido.
Da igual. Es más: prefiero estar colocada en la misma canasta de la poca visibilidad que comparto con todo lo que me interesa de verdad en este mundo, que son muchas cosas. Es buena compañía que no lo que hay en la prensa y en las radios sin hablar de la tele. Anoche soné que estaba comiendo con mis amigas en un restaurante gallego. Había una mesa con mucha gente celebrando la victoria del PP. Y pensaba: qué curioso, esa gente que no se da cuenta que está muerta. Era un sueño muy realista, tanto que en el mismo sueño yo me preguntaba si estaba soñando o si estaba despierta.