lunes, 6 de mayo de 2013

IDA IDA IDA


Voy a estrenar un nuevo montaje. El texto es de Gertrude Stein. He hecho una cosa rara como las que suelo hacer, ya me conoces, con las primeras páginas de una novela suya que se llama “IDA, A NOVEL”. Ha sido muy estimulante frecuentarlo durante todos esos meses de ensayos. Es que después de CELESTINA, mayor era el reto de encontrar con quien pasárselo bien. Y he dado en el clavo. Cuando lo leí por primera vez, hace tiempo ya, me había gustado mucho, seducido es la palabra. Cuando decidí intentar trabajarlo al principio del otoño, pues, no tenía nada claro que algo se pudiese hacer con el, y en tal caso ¿qué? Y, ya se sabe, caminante no hay camino se hace el camino al andar... de esta manera he llegado al estreno.
Stein decía que quería escribir como Picasso pintaba. Y creo que lo ha logrado, su texto es, al igual que los dibujos de Picasso tan sencillos, hechos de un solo trazo que uno los mira rapidito pensando bah, eso lo hace cualquiera... pero algo te agarra, no sabes qué, pero vuelves, y te detienes, vuelves a mirar y otra vez y ... aparece un mundo.
Comprobé, al ver una corta grabación de Stein en youtube, lo que ya sospechaba y es que ella trabaja mucho las sonoridades, los ritmos del idioma. Por supuesto, ella escribe en inglés. Opté pues, por trabajar ese texto de esta manera, sonoridades y ritmos. Pero no en inglés. Mi falta de dominio de ese idioma no me lo permite. Sin embargo, he conservado algunas cosas en inglés, las en que era tan evidente el peso semántico de los ritmos y sonoridades. Para el resto, me puse a traducir, buscando equivalencias. Y, noblesse oblige, me resultó mucho más fácil en francés. Conque decidí hacer el montaje en los tres idiomas: inglés (el original), castellano y francés (mis traducciones). Siendo el criterio de elección lo que mejor me sonaba.
Una anécdota: el otro día, hice un pase para los técnicos que me acompañan. E Isabel dijo que lo que más le había gustado eran las partes en francés. Siendo ese idioma el que menos entiende, por no decir que casi nada. Y me gustó. Porque, en primer lugar, soy consciente que las partes en francés son las más refinadas, siendo ese idioma el que mejor domino. Y, entonces, que Isabel lo haya percibido para mí significa que he logrado algo que quería y es proyectar que un idioma no SÓLO se entiende, comprende, percibe, recibe por la LITERALIDAD de las palabras sino por SONORIDADES, RITMOS, RESPIRACIONES.
De todo eso se desprende que lo que presento ya no sé muy bien qué es: no es teatro al uso, por supuesto; tampoco es un recital de poesía, para nada, menos aún una lectura dramatizada; ni es un concierto... creo que una propuesta de cómo proyectar un texto, sin apoyarse en el ropaje del personaje, del conflicto y del desenlace, en cierta manera algo diferente de todo lo que ya he hecho y sin embargo completamente alimentado y nutrido y sostenido por todo lo que he hecho hasta ahora.
Espero verte en el C’est la vie. Estreno el 3 de mayo y estaré todo el mes para empezar. De todas maneras, mandaré el anuncio.
María Lourties