martes, 16 de febrero de 2010

Barthes: Fragments d'un discours amoureux.

"Todo partió de un principio: que no se debe reducir el enamorado a simple sujeto sintomático, sino hacer oir lo que tiene su voz de inactual, es decir de intratable (...) El enamorado habla por paquetes de frases, pero no integra estas frases a un nivel superior, a una obra; es un discurso horizontal: ninguna trascendencia, ninguna salvación, ninguna novela (pero mucho romanticismo) (...) La historia de amor es el tributo que el enamorado debe pagar al mundo para reconciliarse con él.


Mi lenguaje tiembla de deseo. Estremecimiento producido por un contacto turbio: por una parte, toda una actividad de discurso viene a tomar el relevo discreta, indirectamente, de un significado único que es: "te deseo", y lo libera, lo alimenta, lo ramifica, lo hace explotar (el lenguaje goza por tocarse a sí-mismo).


Por otra parte, envuelvo al otro en mis palabras, lo acaricio, lo rozo, prolongo el roce, me desgasto en alargar el comentario al que someto la relación".

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