martes, 16 de febrero de 2010

La brecha está abierta

Estoy convencida que la narrativa dramática tradicional gozará todavía de larga vida. Tampoco me cabe duda de que el teatro contemporáneo, si con esta palabra se entiende lo que caracterizará nuestra época, ya no pasa por ella. Desde Meyerhold y Brecht, la brecha está abierta. Se glosa abundantemente sobre la crisis del teatro, la sempiterna crisis del teatro. Personalmente, si bien no creo tal cosa, sí pienso que, no pudiendo sostener la competencia con la narrativa dramática enlatada (cine y televisión), el teatro naturalista está herido de muerte. Sin embargo, el espectáculo vivo vive inventando nuevas formas de comunicación teatral. Así, y solamente así, permanece necesario e insustituible.

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