Este corona virus está cambiando muchas cosas. Lo que parecía
rigurosamente imposible hace sólo tres semanas ya está pasando.
La Comisión
europea, primero ha anunciado la ruptura de la llave maestra de la
construcción europea a su modo de ver, que, en realidad se ha
evidenciado como la destrucción europea. La famosa regla de oro del
límite del déficit que no pueda superar el 3% del PIB pues ya ha
estallido. De ahora en adelante, barra libre.
El gobierno alemán,
sin embargo, sigue en sus trece. Recuerdo cuando, en tiempos de la
crisis griega, el delicioso ministro de finanzas Schauble espetaba:
“Que vendan su Partenón y ya está !”. En consonancia con
aquella época, el gobierno germano no ha dado su brazo a torcer y
los ministros de economía reunidos en Bruselas no han sido capaces
siquiera de emitir un comunicado conjunto, por más vago y huero que
hubiera podido ser. Nada. Silencio. Y es que esa idea, muy peregrina
a ojos de algunos gobiernos (alemán, finlandés, polaco me parece y
uno que otro báltico) de mutualizar la deuda europea, ah no, eso sí
que no, pagar por esos vagos del sur que sólo piensan en tomar el
sol, beber vino y coquetear con quien sea, desde luego que ni hablar.
Y viva la
solidaridad europea ! Me ha impresionado ver las imágenes de los
jeeps y camiones del ejército ruso entrando en Italia, cargados de
material sanitario para ayudar a los italianos cuando los “socios”
europeos, comenzando por el gobierno alemán, se habían negado
rotundamente.
Estoy absolutamente
convencida de que esta UE no resistirá el corona virus, de lo que me
alegro. Sin tapujos.
La tercera parte de
la población mundial encerrada. Es inimaginable. Simplemente, no lo
puedo imaginar. ¿Qué es eso? ¿Qué significa? ¿A dónde conduce ?
No lo sé. Es espeluznante. ¿Qué estará pensando toda esa gente ?
¿De qué conversan ? ¿Cómo se lo plantean? Me gustaría saber.
¿A quien se le ha
ocurrido semejante desatino ? ¡Hala! De un plumazo ! Adentro
millones de gentes que no tienen ningún otro medio de subsistencia
que la de sair a la calle a buscarse, como de lugar, el sustento DEL
DÍA. Y quien puede creer que, entre morir de hambre ciertamente y
tal vez contagiarse de un virus, la gente no va a escoger el mal
menor ? Y, entonces, ¿como impedirles que salgan? A la fuerza, por
supuesto. Y quien puede creer que se van a dejar ? Entonces ¿qué?
Matarles a todos ? Bravo !
Cuando Emmanuel Todd
llama a los egresados de las escuelas que forman las dichas élites
“cretinos diplomados”, pues … sí y sí
Hoy amaneció Quito
perdida en la neblina. También es bonito. Ahora, son las 11 de la
mañana, el sol asoma tímidamente detrás de las nubes, regalando
una resolana tibiona, agradable.
Yo amanecí con la
idea de que este coronavirus es, para la gente de mi edad, como un
regalo. A los casi 80 años, se piensa que no queda más que apurar
los años que quedan, en su misma rutina hasta extinción. Y, hete
que con este bendito virus, un mundo que parecía tan establecido,
tan asentado, tan inamovible, está sacudido de arriba para abajo. No
es la primera sacudida. Desde el SIDA, hemos sabido que aparecían
enfermedades virales raras y desconocidas. Maremotos, terremotos,
incendios incontrolables, inundaciones avasalladoras, también
avisaron de que algo raro está pasando. Crisis bancarias,
financieras. El desmorone de la UE, del que la crisis griega, mejor
dicho su “resolución” fue el primer aldabonazo, seguido ahora
por el llamado brexit. Amen de lo que ha estado pasando y sigue
pasando en el este, el europeo, el medio este, el mediterraneo, y
todo el resto. Pero, pese a guerras, hambrunas, matanzas, genocidios,
epidemias, todo parecía mantenerse circunscrito, localizado, sin
desbordamientos incontrolados.
Pero … este
viruscito ha hecho estallar todas las medidas, los cortafuegos, los
contrapesos y parece que el desmadre se extiende por todo el planeta.
Dicen que Chinos, Coreanos y Japoneses lo tienen todo controlado
porque no son democracias como nosotros. Todo esto entre comillas. Yo
creo que es pura propaganda de las fuerzas que buscan la salida más
oscura posible a esta crisis. Ya lo sabemos. De la crisis del 29
salieron igual el nazismo que los frentes populares, el new deal que
el estalinismo… siempre hay varias opciones. Estoy un poco harta de
los tópicos acerca del Lejano Este. Misterioso e incomprehensible. A
ver … qué tontería. Es cuestión de intentar comprender,
averiguar, leer, yo qué sé.
Volviendo al regalo.
Sí, este viruscito está poniendo este mundo, “nuestro” mundo
patas arriba. Nosotros que no creíamos tan dueño de todo, de
nuestra vida, nuestro destino, nuestro planeta, que todo lo podíamos
controlar, administrar a nuestro antojo … de paso, hace tiempo que
me parecía que la corrida que pone en escena por decir la lucha
entre la inteligencia del hombre físicamente débil y la fuerza
bruta de la naturaleza con final feliz para la inteligencia del
hombre era un espectáculo trasnochado. Pues, ahora…. No sólo
trasnochado sino completamente iluso. El coronavirus o la revancha de
Gaia. Y cuantos paradigmas, conceptos, representaciones, modo de
pensar, de actuar, están corriendo la misma suerte que la corrida.
Trasnochados e ilusos.
Conque toca ahora
remover, cambiar, investigar, imaginar, pensar. Lo que digo, un
regalo a mi edad.
Es curioso: he
pasado este último tiempo sin saber qué hacer, qué contar, qué
escribir, como flotando… y ahora, tampoco lo sé. Lo que sí sé es
que nuevamente tengo muchas ganas de ponerme.
Y tirulín tirulado,
este cuento se ha acabado.