lunes, 23 de marzo de 2020

Encierro en Quito 6

Vuelta de la calle. Visita a la cooperativa para comprar panes. Luego a la farmacia para enjuague.
La escasa gente encontrada de lo más perfecta: mascarilla, guantes de goma, distancia reglamentaria.
Yo sonrío, y me doy cuenta que con la cara tapada no se nota; intento sonreir con los ojos pero con mascarilla se empañan las gafas… sólo me queda una veñita estilo japonés.
Qué rico caminar tranquila, sin ruidos, sin coches, bajo un cielo azul claro y transparente, respirar un aire ligero y fresquito ! Qué ira que tanto bien venga por tanto mal.
Hoy, amanecí furiosa con los mandamases. Ninguno, rigurosamente ninguno es capaz de cambiar un ápice sus parametros de pensamiento y de acción que son un culto ya de gente descerebrada a la dichosa economía, entiéndase lo que nos ha conducido a este desastre. Grrrrr !!!

Ya es tarde. A pesar de haber almorzado una corvina deliciosa seguida de una chirimoya excepcional, no se me va del todo el mal humor, mejor dicho una combinación de tristeza y de ira, al ver cada vez más claro cómo los mandamases están aprovechando al máximo la situación Aquí, unas declaraciones repugnantes del vice: “que si nos se portan bien, yo tendré que decidir quien vive y quien muere” (sic). Además de ubicarnos a todos como niños mal criados que hay que amenazar para que obedezcan, el trato de este señor a los médicos y personal sanitario que sí va a tener que tomar decisiones por el estilo es indignante. Es poco decir. En France, el gobierno ha decretado el estado de alerta sanitario conque, de ahora en adelante, se gobierna por decreto. Y, la primera medida es la uberisación GENERALIZADA del conjunto del mundo del trabajo en France. Olé !
Aquí, la policía ha dado un numero de whatsapp a la gente que vive en los barrios populares para que puedan delatar INMEDIATAMENTE a toda persona que salga de su casa. Y, en cuanto a la provincia del Guayas, que es donde más casos hay, pues ya está totalmente militarizada. Olé !
Es muy, pero muy feo lo que está pasando. Y lo que van a seguir haciendo. Y de momento, todos encerrados en casa viendo tele. Buuuuf …

No es fácil.