jueves, 26 de marzo de 2020

Encierro en Quito 8

Este corona virus está cambiando muchas cosas. Lo que parecía rigurosamente imposible hace sólo tres semanas ya está pasando.
La Comisión europea, primero ha anunciado la ruptura de la llave maestra de la construcción europea a su modo de ver, que, en realidad se ha evidenciado como la destrucción europea. La famosa regla de oro del límite del déficit que no pueda superar el 3% del PIB pues ya ha estallido. De ahora en adelante, barra libre.
El gobierno alemán, sin embargo, sigue en sus trece. Recuerdo cuando, en tiempos de la crisis griega, el delicioso ministro de finanzas Schauble espetaba: “Que vendan su Partenón y ya está !”. En consonancia con aquella época, el gobierno germano no ha dado su brazo a torcer y los ministros de economía reunidos en Bruselas no han sido capaces siquiera de emitir un comunicado conjunto, por más vago y huero que hubiera podido ser. Nada. Silencio. Y es que esa idea, muy peregrina a ojos de algunos gobiernos (alemán, finlandés, polaco me parece y uno que otro báltico) de mutualizar la deuda europea, ah no, eso sí que no, pagar por esos vagos del sur que sólo piensan en tomar el sol, beber vino y coquetear con quien sea, desde luego que ni hablar.
Y viva la solidaridad europea ! Me ha impresionado ver las imágenes de los jeeps y camiones del ejército ruso entrando en Italia, cargados de material sanitario para ayudar a los italianos cuando los “socios” europeos, comenzando por el gobierno alemán, se habían negado rotundamente.
Estoy absolutamente convencida de que esta UE no resistirá el corona virus, de lo que me alegro. Sin tapujos.

La tercera parte de la población mundial encerrada. Es inimaginable. Simplemente, no lo puedo imaginar. ¿Qué es eso? ¿Qué significa? ¿A dónde conduce ? No lo sé. Es espeluznante. ¿Qué estará pensando toda esa gente ? ¿De qué conversan ? ¿Cómo se lo plantean? Me gustaría saber.
¿A quien se le ha ocurrido semejante desatino ? ¡Hala! De un plumazo ! Adentro millones de gentes que no tienen ningún otro medio de subsistencia que la de sair a la calle a buscarse, como de lugar, el sustento DEL DÍA. Y quien puede creer que, entre morir de hambre ciertamente y tal vez contagiarse de un virus, la gente no va a escoger el mal menor ? Y, entonces, ¿como impedirles que salgan? A la fuerza, por supuesto. Y quien puede creer que se van a dejar ? Entonces ¿qué? Matarles a todos ? Bravo !
Cuando Emmanuel Todd llama a los egresados de las escuelas que forman las dichas élites “cretinos diplomados”, pues … sí y sí

Hoy amaneció Quito perdida en la neblina. También es bonito. Ahora, son las 11 de la mañana, el sol asoma tímidamente detrás de las nubes, regalando una resolana tibiona, agradable.
Yo amanecí con la idea de que este coronavirus es, para la gente de mi edad, como un regalo. A los casi 80 años, se piensa que no queda más que apurar los años que quedan, en su misma rutina hasta extinción. Y, hete que con este bendito virus, un mundo que parecía tan establecido, tan asentado, tan inamovible, está sacudido de arriba para abajo. No es la primera sacudida. Desde el SIDA, hemos sabido que aparecían enfermedades virales raras y desconocidas. Maremotos, terremotos, incendios incontrolables, inundaciones avasalladoras, también avisaron de que algo raro está pasando. Crisis bancarias, financieras. El desmorone de la UE, del que la crisis griega, mejor dicho su “resolución” fue el primer aldabonazo, seguido ahora por el llamado brexit. Amen de lo que ha estado pasando y sigue pasando en el este, el europeo, el medio este, el mediterraneo, y todo el resto. Pero, pese a guerras, hambrunas, matanzas, genocidios, epidemias, todo parecía mantenerse circunscrito, localizado, sin desbordamientos incontrolados.
Pero … este viruscito ha hecho estallar todas las medidas, los cortafuegos, los contrapesos y parece que el desmadre se extiende por todo el planeta. Dicen que Chinos, Coreanos y Japoneses lo tienen todo controlado porque no son democracias como nosotros. Todo esto entre comillas. Yo creo que es pura propaganda de las fuerzas que buscan la salida más oscura posible a esta crisis. Ya lo sabemos. De la crisis del 29 salieron igual el nazismo que los frentes populares, el new deal que el estalinismo… siempre hay varias opciones. Estoy un poco harta de los tópicos acerca del Lejano Este. Misterioso e incomprehensible. A ver … qué tontería. Es cuestión de intentar comprender, averiguar, leer, yo qué sé.
Volviendo al regalo. Sí, este viruscito está poniendo este mundo, “nuestro” mundo patas arriba. Nosotros que no creíamos tan dueño de todo, de nuestra vida, nuestro destino, nuestro planeta, que todo lo podíamos controlar, administrar a nuestro antojo … de paso, hace tiempo que me parecía que la corrida que pone en escena por decir la lucha entre la inteligencia del hombre físicamente débil y la fuerza bruta de la naturaleza con final feliz para la inteligencia del hombre era un espectáculo trasnochado. Pues, ahora…. No sólo trasnochado sino completamente iluso. El coronavirus o la revancha de Gaia. Y cuantos paradigmas, conceptos, representaciones, modo de pensar, de actuar, están corriendo la misma suerte que la corrida. Trasnochados e ilusos.
Conque toca ahora remover, cambiar, investigar, imaginar, pensar. Lo que digo, un regalo a mi edad.
Es curioso: he pasado este último tiempo sin saber qué hacer, qué contar, qué escribir, como flotando… y ahora, tampoco lo sé. Lo que sí sé es que nuevamente tengo muchas ganas de ponerme.

Y tirulín tirulado, este cuento se ha acabado.